Qué es Tantra
Tantra
“El tantra es el camino de la totalidad: ni obsesionarse con el mundo, ni retirarse de él. Es estar en el mundo con ligereza, con una leve sonrisa. Es juego. El tantra no se toma las cosas en serio. Es ligero de corazón; se ríe. Es desvergonzadamente terrenal e infinitamente trascendental. La tierra y el cielo se encuentran en el tantra; es el encuentro de los opuestos polares” (Osho)
Tantra es Libertad
El Tantra es una corriente mística que nos muestra que la vida se puede vivir con totalidad. Se apoya en un montón de técnicas y herramientas, que buscan crear el espacio necesario dentro de ti, para percibir quién eres tú en realidad. Estas técnicas están diseñadas desde hace milenios, y recopiladas en diferentes textos (tantras) según maestros y tradiciones, como el Vigyan Bhairav Tantra, un recopilatorio de 112 técnicas meditativas de la tradición Shivaita. Independientemente de su enfoque, más técnico o más existencial, todas las vías tántricas buscan el despertar y la expansión de la consciencia, despojándonos de todo aquello que no es esencial ni verdadero.
Debido a nuestra educación, cultura y sociedad, estamos tremendamente condicionados por patrones, creencias y dogmas que condicionan nuestra vida, y limitan nuestra capacidad de vivir con alegría, gozo y celebración. Somos seres extremadamente sensibles, que llegamos al mundo con una apertura e inocencia totales y, a medida que crecemos en esta sociedad estresante y cruel, desarrollamos una coraza impenetrable para protegernos del exterior. Esa coraza es lo que llamamos Ego, y se convierte en nuestra propia cárcel, alejándonos de quién somos en realidad. Nuestro cuerpo se tensa, la energía se estanca, y crea bloqueos y contracturas musculares difíciles de soltar. Poco a poco nos desconectamos de nuestra verdadera esencia.
Las técnicas que usamos en Tantra, nos permiten acceder a esa esencia que somos, atendiendo nuestra parte más vulnerable, y recuperando nuestra sensibilidad innata, y la espaciosidad de nuestro cuerpo, libre de todos los condicionamientos que encorsetan nuestra energía y no nos permiten ser espontáneos, genuinos y verdaderos.
Por eso el Tantra es libertad, porque nos permite ser conscientes de nuestras limitaciones, quitarnos el disfraz de nuestro personaje, desbloquear el cuerpo física y energéticamente, y desmontar los juicios y prejuicios morales que castran nuestra espontaneidad, energía vital y, por supuesto, nuestra sexualidad. Entonces nos convertimos en seres libres de nosotr@s mism@s, recuperando la soberanía sobre nuestras vidas, viviendo en coherencia con nuestro corazón.
“Cuando te des cuenta que formas parte de esta existencia, de este tejido que lo une todo en esta realidad y lo interrelaciona en todas las direcciones, cuando seas capaz de percibir que no hay separación entre tú y el espacio infinito que te rodea, que eres la consciencia misma celebrándose en este plano terrenal…
Entonces, entenderás el Tantra.”
La danza de las polaridades
Toda la existencia surge de la relación entre el principio masculino, la Consciencia, y el principio femenino, la Energía, o lo que en Tantra llamamos Shiva y Shakti, los dos polos universales de una misma realidad que, en su danza, sostienen la creación.
Estas polaridades representan las contradicciones de la vida, y también de los seres humanos, pero un polo no puede existir sin el otro. A la noche le sigue el día, todo lo que sube, baja, tras la vida llega la muerte…
Si observamos todas las facetas de ser humano: nuestra parte más oscura, y también reconocemos y observamos nuestra parte más espiritual, sin rechazar ni negar ninguna de las dos, entonces podemos aceptarnos tal y como somos, y aceptar la vida tal cuál es, sin filtros. Deja de haber lucha. Trascendemos la dualidad que crea la separación, y vivimos la realidad como un abanico maravilloso de experiencias infinitas entre dos polos, dónde todo cabe: la vida y la muerte, el dolor y el placer, la oscuridad y la luz, la alegría y la tristeza, el sexo y la meditación. La vida entonces, se convierte en pura celebración.
La sexualidad consciente
Una puerta para el despertar espiritual
Sí, en nuestra sexualidad hay un potencial inmenso de bienestar, salud, felicidad e iluminación.
El Tantra es mucho más que una sexualidad consciente, lo sabemos, pero lo que hace especial al Tantra es que, en vez de rechazar o negar esa área de tu vida, sencillamente, contempla la sexualidad como un aspecto más a investigar y experimentar.
Así como hay tántricos que se han especializado más en unos aspectos del Tantra como el yoga o la devoción, hay otros que se han especializado en la sexualidad, enfocando su trabajo en el manejo consciente de la energía sexual para desbloquear el cuerpo y alcanzar estados ampliados de consciencia y meditación.
Conscientes del poder de la energía vital cuando se despierta en la zona sexual, el tántrico aprende a surfear las olas de placer, desplegando esa energía por todo el sistema nervioso, lo que amplifica las sensaciones corporales, y permite entrar en estados de gozo.
El gozo es la clave. El gozo es profundamente sanador: los cuerpos se despiertan, los corazones se abren, la consciencia se expande. Si puedes disfrutar con totalidad cada uno de los aspectos de ser Humano, y las contradicciones que surgen de la tensión entre las polaridades, la vida será un auténtica celebración. Y sí, también en el dolor, en la rabia, y en la tristeza, puedes encontrar el gozo y la celebración.
Desde la aceptación total de quién eres, con tus luces y tus sombras, tu parte más sexual y la más espiritual, tu capacidad de amar y de odiar, de reirte y llorar, de abrazar y rechazar, de salir al mundo y entrar dentro de ti, podrás estar en paz contigo y vivir la vida de verdad.
Esa es nuestra invitación. Desde la organización, te animamos a experimentar cada instante del festival, siendo total en tu vivencia. Celebra cada acontecimiento, respeta tu cuerpo, honra tu energía, agradece los encuentros, baila, ríe, come y ama.
Sobre todo ama, es lo que nutre al alma.
“El Tantra es un canto a la vida y a toda forma de existencia que integra el tejido de esta realidad.”